Salud

Trucos caseros para aliviar una contractura

Cómo prevenir y tratar las contracturas

Las contracturas son lesiones leves, pero molestas, que pueden afectar nuestra actividad deportiva. Sin embargo, con las medidas adecuadas, podemos seguir entrenando y evitar que empeoren. Aquí te presentamos algunas recomendaciones para prevenir y tratar las contracturas:

Frio – calor: una terapia efectiva

Una técnica sencilla y eficaz es aplicar frío y calor en la zona afectada. En la ducha, dirige el chorro de agua a unos 10 o 15 centímetros de la zona y alterna entre agua fría y caliente durante unos cinco segundos cada una. Este método ayuda a relajar los músculos y reducir la inflamación.

El calentamiento como medida preventiva

Antes de comenzar cualquier actividad física, es esencial realizar un calentamiento adecuado. Además, no olvides realizar estiramientos al finalizar el entrenamiento. Estas rutinas contribuyen a prevenir las contracturas y mejorar el rendimiento.

Mantén una postura adecuada

Si pasas mucho tiempo sentado frente a un ordenador, es importante mantener una postura correcta para evitar la aparición de contracturas en la espalda. Mantén la espalda recta y utiliza una silla ergonómica para asegurar una buena posición en todo momento.

Aplica crioterapia después de la actividad física

Después de entrenar, estirar o ducharte, aprovecha los beneficios de la crioterapia. Aplica hielo en las zonas más propensas a sufrir contracturas o en aquellas que sientas más cargadas. Por ejemplo, si practicas carrera, los gemelos son una de las áreas más afectadas. Si eres amante del ciclismo, los cuádriceps pueden ser más sensibles.

Acompaña tus cuidados con un gel recuperador

Además de los estiramientos, la crioterapia y la aplicación de frío y calor, puedes utilizar un gel recuperador para aliviar y prevenir la aparición de contracturas. Estos geles suelen tener propiedades relajantes y antiinflamatorias que ayudan a acelerar la recuperación muscular.

Recuerda, si una contractura persiste o empeora, siempre es recomendable consultar a un médico o profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. ¡No ignores las señales de tu cuerpo!

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