Sociedad

¿Cómo encontrar o realizar prédicas o sermones cristianos impactantes o que capten la atención?

Las prédicas cristianas o los sermones suelen ser pronunciados por las autoridades eclesiásticas para dar a conocer un mensaje bíblico. Sin embargo, en algún momento de la vida es posible que necesites realizar alguno para un evento en particular o, por el contrario, estés buscando una prédica para leer e interiorizar, y así encontrar soluciones.

Las prédicas cristianas son importantes porque deben tener un impacto tal que por sí mismas den sustento a la realización de una misa, cuando sea en ese contexto en el que se realicen. Sin embargo, en cualquier contexto, las prédicas o los sermones deben ser tan impactantes como atractivos, tanto por su contenido como por la energía que logran transmitir en los oyentes.

Hacer que eso suceda, sin embargo, no es sencillo. De tal manera que la mejor forma de ‘dar en el clavo’ es tomando como referencia las personas que ya hayan realizado este tipo de ejercicio y lo hayan hecho bien.

Busca ejemplos 

En internet encontrarás sitios ideales para conocer predicas cristianas, aprenderlas y utilizarlas, siendo la manera ideal para las personas que buscan un resultado rápido y que puedan utilizar sin muchas modificaciones.

Hay sitios en internet en los que podrás encontrar no sólo prédicas o sermones ya realizados para diferentes contextos o celebraciones, sino que también serán una fuente de conocimiento, al mostrar consejos e interpretaciones de ciertos pasajes bíblicos, a la vez que servirán de forma aclaratoria, ya que cada una de las principales prédicas ofrece notas, comentarios e interpretaciones realizadas por sus autores, para enriquecer la lectura y la puesta en escena de quien lo necesite.

Referencias bibliográficas

La segunda forma de encontrar prédicas bíblicas de calidad, bien sea para la lectura e interiorización propia o para compartir con los oyentes, pueden ser los libros.

En la actualidad existen decenas de libros dedicados estrictamente a ofrecer consejos para preparar prédicas cristianas, así como también libros de predicaciones y sermones ya realizados por famosos del cristianismo a lo largo de la historia. Por lo que son una excelente manera de encontrar contenido de valor, atractivo y que se sabe que ya han funcionado con anterioridad, para volver a leerlos o para aplicarlos ante una necesidad que haya surgido.

Interpreta y crea

Si todo lo anterior no es suficiente, o leer el contenido de otros no funciona para ti, siempre tendrás en ambos casos, excelentes fuentes para tomar inspiración, interpretar y crear tus propias prédicas.

Recuerda siempre que las prédicas cristianas o los sermones deben ser atractivas y enérgicas, creando un ambiente de atención absoluta en cada una de las palabras de quien pronuncia el mensaje. Para lograrlo, la voz, la velocidad del habla y la forma en que las pausas y las palabras se pronuncian, son igual de importantes que tomar un buen mensaje y convertirlo en una experiencia inolvidable para quien esté escuchando.

En el cristianismo, y en un contexto no sólo limitado a las iglesias, sino también en perspectivas formativas, los sermones son piezas esenciales para transmitir conocimientos y valores. Por lo que basándose en los conceptos bíblicos, las personas pueden crear mensajes que intenten rescatar los buenos valores, las costumbres, las formas de entender la vida y las moralejas que, con el refuerzo de los pasajes bíblicos, logran un poder de atención mucho mayor.Las prédicas o los sermones son los mejores instrumentos para el crecimiento espiritual. Desgranan conceptos, consejos, orientación y valores que pueden ser compartidos con cualquier persona, sin distinción de religiones. Encontrar las prédicas correctas o más cautivadoras puede ser tan sencillo como buscar en sitios especializados o consultando libros diseñados para tal fin, pero también puede ser un proceso creativo y enriquecedor, como el de tomar cada una de esas fuentes como inspiración para realizar una lectura, estudio e interpretación que lleve al proceso de escribir los propios sermones, que servirán luego como ejercicio y como fuente para otras personas que tengan la misma necesidad.

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