Amor propio: qué es y cómo construirlo
Se trata de un concepto muy utilizado por las personas, sabiendo que cobra una gran importancia para sentirse bien con uno mismo y que existen numerosas acciones que se pueden llevar a cabo para alcanzarlo.
Cuando se habla de amor propio se está haciendo referencia al acto de aceptación, valoración y respeto que tienen las personas hacia ellas mismas. Es decir, la opinión que se tiene propia y que puede hacer que los demás puedan tener una mejor o peor percepción de ellos.
Hay que decir que, para alcanzar el amor propio, lo primero que hay que tener es voluntad, puesto que, en ocasiones, se deja esto para las personas que están alrededor de uno o incluso el propio contexto que se genera. Tal y como dice el concepto, es amor propio y, por tanto, debe ser objetivo de uno mismo.
Este tipo de amor se puede reflejar en numerosas áreas, desde la personalidad, al carácter, los comportamientos, el físico o incluso las actitudes, y no es más que conseguir alcanzarlo y manejarlo para que la propia persona tenga ese equilibrio entre la autoestima y el estado de ánimo, es decir, para llegar al bienestar absoluto.
Es muy importante tener clara una cosa y es que, no se puede amar a los demás o a otra persona en concreto sin antes, tener ese amor propio que tanto se necesita. En este sentido, hay que decir que, para llegar a ese amor, la educación y la familia se presentan como pilares fundamentales si bien, también se recomienda en algunos casos acudir a expertos profesionales que sepan enseñar todas las técnicas para alcanzarlo.
En este escenario, hay que destacar a Hakuna Matata psicólogos, un centro terapéutico con grandes profesionales que trabajan para que las personas puedan aumentar su autoestima, se sientan mejor con ellos mismos y con los demás y, sobre todo, se presentan como especialistas para ayudar a alcanzar el amor propio.
En cualquier caso, aunque acudir a expertos es una buena opción, también es importante tener en cuenta una serie de consejos para poder trabajar uno mismo para construir el amor propio.
Conciencia
La conciencia cobra un papel protagonista para llegar al amor propio, puesto que todas las personas deben ser 100% conscientes de sus actos, controlar la forma de actuar y, sobre todo, reconocer qué es lo que se siente en cada momento, qué se quiere y qué se piensa.
Círculo social
Aquí se refiere a que toda persona debe identificar rápidamente el círculo social que le rodea, ya que según las relaciones que se tengan con los demás o simplemente los espacios en los que se interaccione con ellos, puede influir en la construcción del amor propio. Lo ideal es rodearse de personas que aporten algo a la vida y que no quieran competir, además de que sean afines y tengan prioridades similares.
Autoconocimiento
Por supuesto, conocerse a sí mismo es otra pieza fundamental en este puzzle, ya que así, es más sencillo tener amor propio. De esta forma, las personas pueden detectar rápidamente qué fortalezas tienen, al igual que sus debilidades, las virtudes, los defectos; todo ello hará que se conozca a la perfección y, por tanto, que se pueda mejorar día a día aquello que puede influir negativamente en el camino hacia ese amor propio.
Prioridades
En este caso, hay que dar prioridad a las necesidades y no tanto a los deseos, siendo además esto muy importante porque, en muchas ocasiones, el ser humano tiende a actuar por impulsos y esto puede llegar a ser contraproducente para alcanzar el amor propio.
Cuidarse
Como no podía ser de otra manera, el cuidado de uno mismo es esencial, si bien, en este sentido del amor propio, cuidarse físicamente juega un papel protagonista. Sentirse bien con uno mismo va a proyectar una mejor imagen hacia los demás, algo que puede ayudar positivamente a conseguir ese amor propio. Entre otras cosas, el cuidado físico pasa por hacer ejercicio, descansar bien y llevar una dieta saludable.